La Audiencia Nacional ha rechazado conceder la nacionalidad
española a un ciudadano ecuatoriano residente en Almería que sufre un 67% de
discapacidad psíquica al estimar que el no poder comunicarse por medios
escritos en español y el "desconocimiento" de cuestiones tales como
quién es Mariano Rajoy o las comunidades autónomas ponen de manifiesto "un
insuficiente grado de integración y escasos vínculos" con España a ser,
según remarca, "elementales del país del que pretende ser nacional y su
sociedad". El tribunal confirma así la resolución negativa previa del
Ministerio de Justicia y desestima el recurso del demandante, quien reside
legalmente en España junto a su madre, su abuela y su tía desde el mes de enero
de 2006, por entender que exigir proporcionalmente "menores requisitos de
integración cuanto mayor sea la minusvalía psíquica supondría una forma de
discriminación positiva no prevista en el ordenamiento jurídico". "La
integración social en España no sólo depende del conocimiento del idioma a
nivel de expresión oral o del alta o asistencia a un taller ocupacional de
manualidades", subraya la sentencia, en alusión a que el demandante, que
tiene reconocida sus discapacidad por la Consejería para la Igualdad y el
Bienestar Social de la Junta de Andalucía, participa en uno de estos talleres que
impulsa la Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental.
Según recoge el fallo, fue la madre del demandante, con la que comparte una
vivienda cedida, quien solicitó la nacionalidad española para él y obtuvo dos
primeros informes favorables durante el trámite. Sin embargo, en el transcurso
de la audiencia con el juez encargado del registro civil, el demandante
"no entendió" preguntas como si "tenía amigos españoles o de
otros países o quién es Mariano Rajoy" y respondió con "una mueca
tras extrañarse" a otras cuestiones como "cuál es la capital de
Andalucía, dónde están La Giralda, la Alhambra o el Museo del Prado, o si sabe
qué es la mayoría de edad", conforme dice la sentencia.
Asimismo, indica que contestó "no sabe" a interpelaciones que le instaban a "nombrar tres comunidades autónomas", a enumerar "cuántas provincias tiene Andalucía o si se encuentra dentro de alguna asociación". Sí dio respuesta correcta a las preguntas sobre los colores de la bandera española y andaluza y, en el plano más personal, también supo decir que vive "legalmente en España, que va a un taller porque cree que está estudiando, que recibe una paga, que nunca ha cometido delito y que vive con su madre, su abuela y su tía".
Asimismo, indica que contestó "no sabe" a interpelaciones que le instaban a "nombrar tres comunidades autónomas", a enumerar "cuántas provincias tiene Andalucía o si se encuentra dentro de alguna asociación". Sí dio respuesta correcta a las preguntas sobre los colores de la bandera española y andaluza y, en el plano más personal, también supo decir que vive "legalmente en España, que va a un taller porque cree que está estudiando, que recibe una paga, que nunca ha cometido delito y que vive con su madre, su abuela y su tía".
La resolución por la que se le negó la nacionalidad y cuyo veredicto hace suyo la Audiencia Nacional argumenta también que se le pidió que escribiera un texto a lo que él contestó "que le costaba tomar dictados" y que, seguidamente, se le pidió que leyera el artículo 1 del Código Civil en concreto, "cuya línea de lectura siguió con la dificultad de su discapacidad".